lunes, 2 de abril de 2012

REMEDIOS NATURALES



Aceite de menta para aliviar el colon irritable



Planta de menta - xandert
Planta de menta - xandert
Aunque hay muchos médicos que lo consideran una entidad inexistente, el síndrome de colon irritable es una dolorosa realidad para millones de personas.
Una barriga henchida y dolorosa, molestias después de comer casi cualquier cosa, intolerancia a los lácteos, depresión al ver que los síntomas no cesan, toma de espasmódicos casi permanente. Esta es la dolorosa y permanente realidad del colon irritable para millones de personas en el mundo, que deben acudir cada día a cuanto paliativo se les recomienda para poder funcionar normalmente.

El colon

El  intestino grueso es la última parte del sistema digestivo, y si no fuera por las molestias que puede causar, difícilmente recordaríamos su existencia. Su función básica es absorber el agua y los electrolitos –potasio y sodio, básicamente- de los alimentos no digeridos, procesar varias vitaminas –la K y una de las B- y almacenar estos residuos hasta que son eliminados del cuerpo.
Está compuesto de varias capas de tejido; la que nos interesa en este caso es la muscular de tejido liso -la que en el colon irritable sufre espasmos dolorosos-, encargada de los movimientos que hacen desplazar el contenido del tubo digestivo, llamados movimientos peristálticos, (no exclusivos del aparato digestivo), que tienen la función de desplazamiento de sustancias como líquidos, alimentos o residuos-. Estos movimientos son rítmicos e involuntarios, y son coordinados por el cerebro, a través de hormonas.
Por esta razón, algunos médicos consideran que el intestino grueso es como un segundo cerebro, en el sentido en que las hormonas que regulan el funcionamiento de éste, regulan también el funcionamiento de aquel. Y evidencias parece haber, ya que una de las terapias usadas con frecuencia en el tratamiento del síndrome de colon irritable es el uso de antidepresivos, especialmente los reguladores de la serotonina.
Es un problema que aqueja a tantas personas –se calcula que dos de cada diez personas lo sufre , que todos los días se buscan nuevos paliativos, -que no soluciones, porque no se ha encontrado nada que lo erradique- entre medicamentos, combinaciones de dieta y remedios naturales. De éstos, la menta ha recuperado en los últimos tiempos el lugar destacado que tuvo desde tiempo inmemorial en el tratamiento de los síntomas.

El aceite de menta

La menta tiene varias variedades; la que se utiliza para este padecimiento es la  Mentha piperita  , por picante, del latín, propio del sabor de esta planta. Ya era utilizada por los griegos y los romanos, tanto como aromatizador como dinamizador del cuerpo en los baños de inmersión.
Probablemente haya surgido de la mezcla entre dos especies, la Mentha aquatica y la Mentha spicata, especies salvajes. Se dice que los ingleses la mejoraron genéticamente, y que aún hoy la considerada de mejor calidad es la menta inglesa. Los mayores productores del mundo son Estados Unidos y Francia.
La menta tiene gran cantidad de componentes, como, entre otros, los ácidos acético y ascórbico, terpenos como el limonero  y el mentol, taninos, betacaroteno, eugenol, flavonoides y vitaminas como la niacina, la rivoflavina y la tiamina. Además tiene minerales como el manganeso, el fósforo, el hierro, calcio, silicio y aluminio. Gracias a todos sus componentes, se ha utilizado tradicionalmente para los problemas respiratorios y digestivos. En este renglón es que se ha investigado más últimamente, especialmente en su utilidad para paliar el colon irritable.
La menta piperita tiene acción como relajante  muscular, es decir, reduce el tono de la musculatura estriada. Así alivia el dolor constante que suele ser uno de los síntomas más desesperantes del colon irritable. Usualmente se ingiere en infusión o disolviendo dos gotas de aceite de menta ingerible en una taza de té. También se han diseñado cápsulas que se rompen en el intestino y no en el estómago, ya que el aceite actúa por contacto, lo que se puede experimentar al aplicarlo de manera externa en los músculos contraídos. Estas cápsulas constituyen una de las más recientes innovaciones para el tratamiento del SCI.
De otra parte, las propiedades carminativas de la menta –que provienen de su contenido de timol, carvacrol y mentol- ayudan a eliminar el exceso de gases del intestino, mientras que los terpenos son antiespasmódicos, junto con el ácido rosmarínico, el carvacrol, el limoneno y el cineol. La menta también es colerética, es decir, estimula la producción de bilis, lo que ayuda a una mjoer digestión, Además suaviza la mucosa intestinal. Botanicalonline.com
Buscando comprobación científica de la acción del aceite de menta, se han realizado diferentes estudios. Recientemente, en el “Diagnóstico y tratamiento del Síndrome de Intestino Irritable” adelantado por el Instituto de Gastroenterología del hospital de Leeds, Inglaterra, se compararon los resultados obtenidos por diversos estudios y pruebas clínicas realizados para comprobar la eficacia del aceite de menta para aliviar los síntomas del colon irritable. Los datos arrojaron que el 83% de las personas que usaron este aceite reportaron menos dolor abdominal, menos flatulencia e hinchazón. El artículo fue publicado el 13 de mayo del 2011 por la revista Discovery Medicine.

Cómo tomarlo

La menta se puede tomar en infución , o más recientemente, en unas cápsulas especialmente diseñadas para deshacerse en el intestino, que contienen el aceite que puede ser ingerido. También se consigue en el mercado especializado este aceite de menta, del que se pueden tomar dos goticas añadidas a una bebida caliente. También puede ingerirse la menta en hoja, añadiéndola a las ensaladas.
No es recomendable tomar el aceite de menta durante un periodo muy largo –habitualmente se recomienda durante dos meses- y se debe estar seguro de ingerir el recomendado para ello. No se debe exceder tampoco la dosificación, ya que por sus propiedades  relajantes  del musculo  puede causar taquicardia. Con alguna frecuencia se han reportado alergias al mismo.
En cualquier caso, la menta ha reunido la suficiente evidencia como para constituir una alternativa de bajo precio y fácil de conseguir en el tratamiento del síndrome de colon irritable, que ayuda a paliar los intratables y rebeldes síntomas de este trastorno.

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