miércoles, 25 de abril de 2012

CUIDADO DEL ADULTO MAYOR

Cuidado Oral en el Adulto Mayor


Sin importar cual es su edad, usted necesita cuidar sus dientes y su boca.
Cuando su boca está sana, puede consumir fácilmente los alimentos necesarios para su buena nutrición.
Cuando su boca está saludable es más fácil sonreír, hablar y reírse con otros.

A medida que vamos aumentando en años, todo nuestro organismo va experimentando cambios, y esto por supuesto también incluye la cavidad oral con todos lo órganos y tejidos adyacentes que lo conforman.

El sistema bucal esta compuesto por las piezas dentarias, los huesos maxilares superior e inferior donde están implantadas, las encías que lo recubren, el paladar duro y blando, la lengua y el piso de boca que está bajo ella, la cara interna de las mejillas y las mucosas que la recubren y las glándulas salivales, los que participan en importantes funciones como son la masticación, deglución y fonación.

Existe la creencia errónea, entre las personas en general, de que la pérdida dental es una consecuencia natural del envejecimiento. Sin embargo, ésta casi siempre se debe a una limpieza deficiente de la cavidad bucal. Además, ésta determina, en cierta medida, la mala nutrición, puesto que limita la variedad de alimentos, ya que los de consistencia dura no pueden masticarse.

Por lo tanto:
LAS PIEZAS DENTARIAS SE PIERDEN PORQUE EXISTE UNA ENFERMEDAD ORAL, NO PORQUE SE ES MAS VIEJO.

Para analizar las causas de haber llegado a la situación extrema de pérdida de piezas dentarias tenemos que saber que eso tiene mucho que ver con la falta de PREVENCIÓN oportuna, la ausencia de información sobre el cuidado de la salud dental y el temor que representa la visita al odontólogo, que se refleja no solamente en lo psicológico sino también en lo económico. Pero mientras más se agrava la enfermedad oral, el tratamiento se va haciendo más complicado y, por ende, más costoso, por lo que insistimos en la importancia de PREVENIR, lo cual se logra mediante la educación y el conocimiento que el odontólogo tratante está capacitado para entregar a su paciente.

Al no  existir una prevención ni un tratamiento dental adecuados, nos encontramos ante la dramática realidad de que un alto porcentaje de adultos mayores presentan pérdida parcial o total de piezas dentarias, lo cual tiene como consecuencia un nefasto  circulo vicioso  , no puede masticar bien, menos aún si se trata de alimentos duros, impidiendo la ingesta de nutrientes esenciales; no puede relacionarse en forma cómoda porque su dicción y fonación están alteradas por falta de dientes; la apariencia estética es deficiente, todo lo cual le impide mantener una relación social normal, tendiendo a caer en el aislamiento  y  depresion.
La patología que es posible encontrar en la boca del adulto mayor es variada, pero claramente existen cuadros más frecuentes, que debieran orientar en cuanto al énfasis preventivo y al tratamiento de elección. Como todo sistema, éste puede presentar alteraciones de orden degenerativo, patología tumoral, traumatismos y enfermedades de origen infeccioso. Dentro de estas últimas, existen dos que merecen especial atención  por constituir ambas problemas de salud pública; la caries y la enfermedad periodontal.

Es esencial entender que aparte de todos aquellos factores que convierten a cualquier paciente en un individuo propenso a sufrir alteraciones de la salud oral, existen en el adulto mayor una serie de características que aumentan este riesgo y que con frecuencia dificultan que todas las medidas preventivas y terapéuticas disponibles puedan llevarse a cabo en forma ideal. Este hecho evidentemente puede alterar el curso de una enfermedad, prolongando su duración o empeorando el pronóstico, posibilidad que debe ser conocida por el paciente.

A continuación se presentan los principales factores que pueden influir en la salud oral del adulto mayor y en el resultado de las terapias a realizar:

-Presencia de una o más enfermedades de base.
Las enfermedades de base que debemos considerar por su directa o indirecta relación en la salud oral son la diabetes, hipertensión, osteoporosis, enfermedades hematológicas y coagulopatías, alteraciones hepáticas, insuficiencia renal, alteraciones visuales y motoras, alteraciones nutricionales, alteraciones de origen mental y cuadros que provoquen algún grado de inmunosupresión.
Cuando un paciente presenta alguna de estas patologías, es primordial que el Odontologo  determine si el paciente está en tratamiento y si el cuadro se encuentra estabilizado, antes de ejecutar cualquier maniobra odontológica, por sencilla que ésta pueda ser. Si las circunstancias lo ameritan, el paciente debe ser remitido al médico tratante para su evaluación, aunque ello implique la postergación del tratamiento dental.
En el caso de pacientes que presentan afecciones hepáticas y renales, las precauciones deben centrarse en las alteraciones sistémicas que generan estos cuadros, especialmente a nivel circulatorio, hematológico e inmunológico y que pudiesen complicar el tratamiento dental.
Además es de rigor el ajuste de las dosis de cualquier fármaco a indicar, pues éstos casi sin excepción se metabolizan en el hígado y excretan vía renal, con lo que inevitablemente las concentraciones de fármaco que recibe el paciente sufren modificaciones.
Pacientes con alteraciones motoras, visuales y mentales, indiscutiblemente se encuentran limitados para mantener una adecuada higiene oral. En ellos es fundamental indicar técnicas de aseo simplificadas, de lo contrario la terapia no tendrá los resultados esperados y redundará en incumplimiento y frustración por parte del paciente.

-Terapia farmacológica variada y con frecuencia de larga duración
Todo fármaco administrado a un paciente, junto con ejercer su acción farmacológica benéfica, lleva asociada la capacidad de producir efectos secundarios y reacciones adversas en el organismo, especialmente en tratamientos de larga duración. Estos fenómenos deben ser ampliamente conocidos por el profesional que los indica, para controlar su efecto y contrarrestarlos cuando sea posible y su eventual aparición debe ser explicada al paciente antes de iniciar la terapia, para que esté prevenido en caso de que ocurran.
Muchos de los fármacos utilizados por pacientes adultos mayores provocan como efecto secundario una disminución del flujo salival o xerostomía. Dentro de ellos están algunos analgésicos y antidepresivos, antihistamínicos, antipsicóticos, antihipertensivos, anticolinérgicos en general y derivados de los alcaloides opiáceos.
La principal complicación derivada de xerostomía de larga duración es el aumento de incidencia de caries radiculares y de candidiasis oral, además de la aparición o aumento de las molestias en pacientes portadores de prótesis removible.

Pacientes bajo terapia con anticoagulantes, requieren la suspensión temporal del fármaco, cuando el odontólogo requiera realizar procedimientos que provoquen algún grado de hemorragia. Todo el proceso ha de efectuarse en estrecha comunicación con el médico tratante, pues es él quien determina cuándo y por cuánto tiempo el paciente suspenderá la terapia.

Las principales patologías que afectan al adulto mayor son La Caries Dental y las Enfermedades Periodontales (o de las Encías):

1.- La Caries
Los dientes están hechos para que duren toda la vida. Al cuidar sus dientes y encías, usted los está protegiendo para el futuro. Las caries no son sólo un problema infantil, pueden aparecer mientras usted tenga dientes naturales en su boca.

La caries daña el esmalte que cubre y protege sus dientes. Para que este fenómeno se produzca es necesaria la presencia de placa bacteriana, entidad
definida como una película de bacterias adherida al diente, y de hidratos de carbono, sustrato sobre el cual la placa bacteriana ejerce su metabolismo.
Cuando se inicia este proceso metabólico, da como resultado productos ácidos que en contacto con el esmalte dental, provocan una sucesiva pérdida de minerales y posterior formación de una cavidad.
La caries dental, es por lo tanto una enfermedad infecciosa, ya que es producida por microorganismos, multifactorial, debido a que deben coincidir varios elementos para que se produzca y en función de esta última característica, también es prevenible pues existen varios niveles dentro de su curso, en los cuales se puede intervenir

Cabe destacar que la caries es la primera causa de pérdida dentaria y que en el caso de los pacientes adultos mayores su ubicación es predominantemente a nivel radicular.

Existen factores que modifican la incidencia de caries:

Flujo salival. Un buen flujo salival ejerce un efecto de barrido constante sobre la superficie dentaria y gracias a las propiedades neutralizantes de la saliva, contrarresta el pH ácido del metabolismo bacteriano.

Uso de productos fluorados. El flúor en adecuadas concentraciones actúa frenando el proceso de desmineralización dentaria, y produce una remineralización de lesiones incipientes que aún no han formado una cavidad.
2.- Las Enfermedades Periodontales (o de las Encías).
Las enfermedades de las encías  son infecciones que lastiman las encías y los huesos que sostienen los dientes en su lugar. Cuando la placa permanece en sus dientes demasiado tiempo, forma una capa dura y dañina, llamada sarro, que no puede limpiarse con el cepillo de dientes. Entre más tiempo permanezcan la placa y el sarro en sus dientes, mayor es el daño que ellos causan.
Sus encías pueden enrojecerse, inflamarse y sangrar fácilmente. Esto se llama gingivitis. Si la gingivitis no se trata, con el tiempo puede hacer que sus encías se recojan encima de sus dientes y que formen pequeñas bolsas que pueden infectarse. Esto se llama periodontitis o enfermedad periodontal. Sin adecuado tratamiento, esta infección puede dañar los huesos, las encías y el tejido que sostiene sus dientes. Con el tiempo, puede aflojar sus dientes y su dentista tendría que extraerlos.
La enfermedad periodontal es considerada la segunda causa de pérdida dentaria, sin embargo, en el adulto mayor puede igualar y en muchos casos superar a la caries dental como primera causa.
Aunque existen mecanismos inmunológicos estrechamente asociados a su génesis y progresión, su etiología primaria es bacteriana, por lo que al igual que la caries dental es clasificada como una patología infecciosa.
En consecuencia las medidas terapéuticas tanto preventivas como curativas, están orientadas a eliminar la mayor cantidad de microorganismos que sea posible, básicamente a través de instrucción de técnicas de higiene adecuadas a cada
paciente, en combinación con terapias de remoción de placa bacteriana y otros depósitos por parte del odontólogo.

Existen factores considerados predisponentes de la enfermedad periodontal porque pueden aumentar su riesgo de ocurrencia o favorecer su progresión cuando ya está presente, especialmente a través de un cambio en la respuesta del huésped a los microorganismos. Entre ellos cabe mencionar el tabaquismo, diabetes, tratamiento con fármacos inmunosupresores y cambios hormonales, por ejemplo aquellos derivados de terapias farmacológicas. Esto debe considerarse porque un importante porcentaje de adultos mayores presenta alguna de estas condiciones.

Recientemente la enfermedad periodontal, a causa de la proliferación bacteriana que propicia, se ha reconocido como un factor que contribuye a agravar el curso clínico de enfermedades crónico-degenerativas como la enfermedad cardiovascular, diabetes y enfermedades respiratorias. Este hecho sin duda expone otro consistente argumento, para estimular terapias preventivas y programas de diagnóstico oportuno de esta enfermedad.

Otras patologías y condiciones de la cavidad oral:
- Halitosis
La halitosis es el mal aliento, olor desagradable que proviene de la boca y que está de más evidenciar las consecuencias que ello conlleva para la vida social.
Pueden existir algunas causas sistemáticas para esto, como por ejemplo el olor a manzanas ácidas característicos de la diabetes , el carcinoma al pulmón , enfermedades al hígado o algunas enfermedades del tracto respiratorio alto, como algunas amigdalitis crónicas, pero la halitosis de origen bucal es la más común.
Las principales causas para que se produzcan son: las enfermedades periodontales, como las gingivitis y las periodontitis crónicas y agudas y la colonización de la lengua por bacterias anaeróbicas, las caries, la mala higiene y el uso de algunos fármacos que producen sequedad oral.
El mal olor lo provocan los compuestos volátiles de sulfuro que son generados por el metabolismo de las bacterias que actúan sobre péptidos y aminoácidos que son provistos por la saliva, líquidos gingivales y células epiteliales descamadas.
Una vez individualizado el origen de la halitosis, el tratamiento consiste en la eliminación de las caries y de la enfermedad periodontal que resolverá el especialista y el uso de la adecuada técnica de cepillado y de otros elementos como los lipidotes linguales, el uso de algunos colutorios en base a clorehexidina o que contengan agua oxigenada, el cambio de hábitos como el tomar café, té o alcohol o supresión de cigarrillo.
Así al cabo de una semana de tratamiento adecuado, la halitosis desaparece, pero si no se realiza un control periódicamente con un profesional y un cuidado permanente, la situación puede recidivar.
- La Atrición
Es un desgaste producido por el contacto repetitivo de los dientes antagonistas y se puede observar en pacientes con bruxismo o que fuman pipa.

- La Erosión
Se refiere a la pérdida de esmalte causada por sustancias ácidas en la dieta como son los alimentos cítricos o el vinagre. Estas lesiones pueden ser más dolorosas y los dientes son más sensibles al tacto.
- La Abrasión
Es la pérdida de sustancia dentaria por fricción pero no relacionada con la masticación, sino que por ejemplo, el daño causado por un cepillado inadecuado; más notorio en caninos y premolares.
En los huesos, cuando se llega a la tercera edad, se produce una atrofia, un adelgazamiento del hueso cortical, se reduce la altura de los rebordes y van disminuyendo las superficies de soporte.
- La Lengua
Se pueden afectar por los problemas de cambios degenerativos que pueden producir alteraciones en la apreciación del gusto y de la sensación táctil. A veces la lengua se atrofia y disminuye su tamaño con la cubierta enrojecida brillante y lisa, con sensación de ardor doloroso o bien pueden aumentar de volumen con lo cual el roce contra los dientes irrita los bordes suaves.
En la MUCOSA DE LOS TEJIDOS BLANDOS, pueden aparecer lesiones causadas por hongos, siendo una de las más comunes la CANDIDIASIS BAJO LA PROTESIS (hongos), en que aparece un área inflamatoria generalizada o localizada en el paladar duro con apariencia granular asociada a prótesis con mala higiene.
- Liquen Plano
Es una enfermedad de mucosa y de piel de causa desconocida, precipitado por el stress. En la cavidad oral se manifiesta con unas estrías blancas bilaterales sintomáticas. La importancia de diagnosticar estas lesiones está en que son precancerizables , vale decir, que pueden dar origen a un carcinoma.
- Cáncer Bucal
Hay que destacar que en la génesis del cáncer influyen factores como el fumar, ingerir alcohol, masticar tabaco, causas predisponentes a la aparición del cáncer espino celular, que es el más común, constituyendo el 90 % de las lesiones malignas del área bucomaxilofacial es más frecuente en hombres que en mujeres en proporción de 2.1 y entre los 50 y 60 años, localizándose preferentemente en la base y borde de la lengua, el borde bermellón del labio inferior y encía. En la lengua, se pueden ver una masa tumoral o úlcera a veces asociado con leucoplasia o eritroplasia de superficie lisa, indolora, que puede tener un crecimiento papilar o convenirse en un nódulo rojo doloroso.
En el piso de la boca, se puede observar una úlcera que limita los movimientos del piso de la boca y la lengua, produciendo dificultad para alimentarse.
Las Dentaduras Postizas
Las dentaduras postizas (también llamadas prótesis dentales) pueden ser incómodas al principio.
Cuando está aprendiendo a comer con ellas, puede ser más fácil que usted:

a) Empiece con alimentos suaves y no pegajosos.
b)  Corte sus alimentos en pedazos pequeños.
c) Mastique lentamente usando los dos lados de su boca.

Las dentaduras postizas pueden hacer que su boca sea menos sensible a los alimentos y líquidos calientes. También pueden hacer más difícil para usted notar la presencia de objetos peligrosos, como huesos, por lo que debe ser más cuidadoso.
Durante las primeras semanas en que usted utiliza dentaduras postizas, su dentista puede solicitarle que lo visite a menudo para asegurarse que estén bien ajustadas.
Con el paso del tiempo, su boca cambia y puede ser necesario reemplazar o ajustar sus dentaduras postizas. Asegúrese de que sea su dentista quien se ocupe de estos ajustes.
Mantenga su dentadura postiza limpia y libre de alimentos que puedan causarle manchas, mal aliento o inflamación de las encías. Una vez al día, cepille todas las superficies con un producto para el cuidado de dentaduras postizas.
Cuando se acueste a dormir, retírese las dentaduras postizas de la boca y
póngalas en agua o en un líquido para limpieza de dentaduras postizas.
Cuide de la misma manera las dentaduras postizas parciales.
Asegúrese de limpiar cuidadosamente los ganchos que sostienen las dentaduras postizas parciales, ya que las bacterias pueden acumularse debajo de éstos.
Implantes Dentales
Los implantes dentales son pequeñas piezas de metal colocadas en los maxilares para sostener los dientes protésicos o las dentaduras postizas parciales. No son apropiados para todas las personas. Es necesario realizar un examen dental y médico completo para saber si a usted se le pueden colocar implantes. Sus encías deben ser saludables y su hueso maxilar debe poder soportar los implantes. Hable con su dentista para averiguar si usted puede considerar el colocarse implantes dentales.

Para mantener su salud oral se recomienda:

  1. Cepillado, idealmente 5 veces al día (al despertar, después del desayuno, la comida, la cena y antes de acostarse) y como mínimo después de cada comida.
  2. Cepillos dentales de mango ancho y filamentos suaves.
  3. Utilización diaria de pasta dental fluorada.
  4. Utilización diaria o semanal de enjuagues bucales con flúor.
  5. De acuerdo a las capacidades motoras del paciente, utilizar aditamentos especiales
  6. Como seda dental, cepillos interdentales y eventualmente cepillos eléctricos.
  7. Control odontológico mínimo una vez al año.
  8. Consuma una dieta bien balanceada.
  9. No use productos derivados del tabaco.

RECUERDE
Sin importar cual es su edad, usted necesita cuidar sus dientes y su boca.
Cuando su boca está sana, puede consumir fácilmente los alimentos necesarios para su buena nutrición.
Cuando su boca está saludable es más fácil sonreír, hablar y reírse con otros.

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